E-s artificiales, qué son y qué debes tener en cuenta

La controversia está servida en lo que se refiere a E-s artificiales o aditivos alimentarios. Colorantes, conservantes o antioxidantes son algunos de los más conocidos y hoy explicaremos todo lo que necesitas saber sobre ellos: qué son, qué tipos hay, cómo detectarlos y si son o no recomendables en una dieta natural. ¡Comenzamos! 

¿Qué son los E-s? 

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), entidad científica independiente que vela por la seguridad alimentaria, define los E-s, también conocidos como aditivos alimentarios, como las “sustancias añadidas de manera intencional a los alimentos para desempeñar ciertas funciones tecnológicas, como dar color, endulzar o conservar los alimentos¹”. 

Estos aditivos alimentarios son identificados con la letra E seguida de un guion y de un número compuesto por tres o cuatro cifras. La primera de estas cifras desvela de qué tipo de aditivo se trata, por ejemplo, de un colorante (identificado con el número 1), de un conservante (identificado con el número 2), de un antioxidante (identificado con el número 3) o de un antioxidante (identificado con el número 4).

Estas sustancias, a pesar de tener ciertas funciones tecnológicas, no son, en la mayoría de los casos, del todo necesarias y en este artículo te vamos a explicar por qué.

No todos los E-s son artificiales

¿Qué tipos de E-s o aditivos existen? 

En función de la finalidad para la que son empleados existen 7 tipos de E-s o aditivos alimentarios: colorantes, conservantes, antioxidantes, espesantes y emulgentes, saborizantes o potenciadores del sabor y edulcorantes. ¡Vamos a verlos en detalle!

• Colorantes. Confieren una imagen atractiva y muy apetitosa a los productos. Estos son añadidos a determinados alimentos “para compensar las pérdidas de color tras la exposición a la luz, el aire, la humedad y las variaciones de temperatura; para potenciar los colores naturales y para añadir color a otros alimentos que de otro modo serían incoloros o tendrían un color distinto” según indica la EFSA².
  
• Conservantes. Los conservantes, que pueden ser naturales o artificiales, son aquellas sustancias encargadas de alargar la vida útil de determinados alimentos y prevenir así su deterioro o el crecimiento de microorganismos. Algunos alimentos, como embutidos, conservas de pescado, salsa, mermeladas y frutas confitadas contienen conservantes.
  
• Antioxidantes. Protegen a los alimentos de la oxidación, un proceso químico que se acelera cuando estos son expuestos a la luz o al calor. El uso de esta sustancia garantiza que los alimentos mantengan su color y sabor. Los antioxidantes más empleados son el ácido ascórbico (E-300) y ácido eritórbico (E-315)³.
  
• Espesantes y emulgentes. Los espesantes dan mayor viscosidad y consistencia a los alimentos, mientras que los emulgentes son empleados para estabilizar, por ejemplo, algunas salsas o dulces procesados, como caramelos.  
  
• Reguladores del pH. También denominados reguladores de acidez, son los encargados de mantener la acidez o alcalinidad – capacidad para neutralizar los ácidos – de los alimentos. Además, también ayudan a prevenir el desarrollo de microorganismos patógenos.
  
• Saborizantes o potenciadores del sabor. Esta sustancia o compuesto químico influye de forma directa en el sabor de los alimentos, ya que refuerza el sabor o el aroma y, por tanto, los hace más atractivos al consumidor. El saborizante o potenciador del sabor más empleado en la industria alimentaria es el glutamato (E-620 – E-625).
  
• Edulcorantes y varios. Natural o artificial, son empleados para dar un sabor más dulce a los alimentos. Los edulcorantes bajos en calorías más conocidos, autorizados por la Unión Europea, son: eritritol (E-968), maltitoles (E-965), jarabe de poliglicitol (E-964) y glucósidos de esteviol (E-960). 
  

¿Cómo detectarlos? 

Aunque a simple vista puede parecer muy complicado identificar si un producto contiene o no aditivos, es muy sencillo de averiguar. La presencia de E-s o de aditivos alimentarios debe figurar en la etiqueta de información nutricional de los productos, dentro de su lista de ingredientes, tal y como exige la EFSA.

Sin embargo, el verdadero problema llega a la hora de identificar los E-s artificiales dentro de su categorización.

Como ya hemos explicado, los aditivos alimentarios son identificados con la letra E seguida de un número que indica su función: colorantes, conservantes, antioxidantes y reguladores de acidez, estabilizantes, potenciadores de sabor…

Función	Serie
Colorantes	E-100 – E-199
Conservantes	E-200 – E-299
Antioxidantes y Reguladores de acidez	E-300 – E-399
Estabilizantes	E-400 – E-499
Reguladores del pH y Agentes Antigrumos	E-500 – E-599
Potenciadores del sabor	E-600 – E-699
Varios	E-900 – E-999

Fuente: Departamento de Alimentación e Higiene Alimentaria de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU)⁴.
Pero también pueden aparecer con su nombre técnico, como el carragenano, el glutamato monosódico, el ácido ascórbico, el nitrito de sodio o la goma guar. 

¿Debemos eliminar los E-s?

Existe cierta controversia en torno a los E-s o aditivos alimentarios. La Comisión Técnica de Aditivos y Aromos Alimentarios (FAF), dependiente de la EFSA, evalúa de forma sistemática la seguridad de estos aditivos. 

Hay muchos alimentos que contienen E-s para su preservación, aunque en muchos casos no son del todo necesarios. Por ello, la mejor manera de consumir un alimento es en su forma más natural. 

Los aditivos aprobados pueden consultarse en la página web de la propia Unión Europea o en el Codex Alimentarius de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

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Fuentes

1. (CECU), D. d. (s.f.). Aditivos Alimentarios: Los números E de las etiquetas.
2. (EFSA), A. E. (s.f.). Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Fuente
3. (EFSA), A. E. (s.f.). Colorantes alimentarios. Fuente
4. Canarias, G. d. (s.f.). Aditivos Alimentarios. Fuente